martes, 8 de septiembre de 2015

“Guardar la pena y algunas lágrimas para mañana”, por Enrique Alonso.

LA FOTOGRAFÍA del niño sirio ahogado y la pena que ha producido en nuestras vidas, me dice lo hipócritas que somos. A diario, centenares de niños huyen de la muerte en su país y la encuentran en el Mediterráneo. 

Llevamos años escuchando la tragedia que viven esas criaturas y nunca hemos realizado un acto de solidaridad hacia ellos y ahora vemos esa fotografía y se nos parte el corazón y se nos cae el alma y escribimos bonitos artículos y comentarios sobre ese drama y ahí se queda todo. Dentro de unos días se nos habrá olvidado esa foto y seguiremos escuchando nuevos casos de ahogamiento en el mar Nostrum y no nos pararemos ni un minuto de nuestros quehaceres diarios, para soltar una  lágrima por esas criaturas.

No soy persona de llorar por la penas del prójimo, porque considero que el llanto es la justificación a la conciencia de nuestro egoísmo. Yo propongo a nuestro Alcalde socialista lo siguiente:

1º.- Que apruebe un documento donde fulanito tal… padrina con (por ejemplo 5, 10, 15 o 20 euros al mes, a las familias Sirias o de otro país que soliciten asilo) con niños menores de (por ejemplo 10 años).

2º.- El Ayuntamiento se compromete:

a).- Escolarizar a esos niños con las ayudas de apoyo necesario.

b).- Integrar a las familias en el comedor escolar.

c).- Contactar con empresarios agrícolas, para que le den trabajo de temporero.

d).- Contactar con los bancos que tienen casas en su propiedad para que las alquilen a bajo coste.

e).- Solicitar ayudas oficiales, con el fin de ayudar a estas personas y una vez que este movimiento se haga realidad. Solicite tantos refugiados como seamos capaces de asumir.

Si fuéramos capaces de lograr que algunas familias con niños se integraran en Jimena, no haría falta llorar, al ver fotografías como esa.

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